martes, 13 de abril de 2010

NORBERTO HERRERA

De carácter fuerte y agresivo, el terror de la “secun” lo llamaban, pero muchos de los que entonces éramos sus alumnos estamos agradecidos y comprendemos claramente su proceder, y es que es verdad, Norberto era muy exigente, y aunque ninguno de nosotros –hasta donde sé-, se dedicó a la música, si nos sirvió bastante lo aprendido bajo su dirección, a mi me sirvió incluso para representar con nitidez el papel de cantante en una serie de televisión, incluso participé en un concurso de canto, sin pena ni gloria por supuesto, pero de no ser por él, hubiera sido con mas pena que otra cosa, pero en la vida cotidiana siempre es bueno ser entonado, así es que yo por mi parte, -aunque no entono ni el “do” por lo redondo-, tengo mucho que agradecer al profe Norberto…

Cuando trato de ser estricto en la educación de mis hijos lo recuerdo con gusto, pues se que a veces es necesario ser enérgico como lo era él, a pesar de que conmigo siempre hubo una relación mas de amistad que de maestro a alumno, siempre conversábamos antes de la clase, quizá porque teníamos parientes en común o porque le caía bien, o porque tal vez era mas condescendiente que los demás, por lo que haya sido, Norberto me dejó una enorme enseñanza. Y quiero honrar su recuerdo a través de estas letras.

No sé si antes hubo un director de orquesta, pero la primera banda de música que yo recuerdo en Chametla estaba bajo su batuta, me fascinaba oír los tambores y los clarinetes siguiendo su compás, me gustaba observar a los señores atentos a sus movimientos y cuidadosos de no entorpecer la melodía por no desatar su ira, era maravilloso ver que un hombre tuviera la magia de fabricar sonidos tan agradables, ver como del aire surgían melodías tan llena de encanto. El arte que producían sus músicos con los viejos instrumentos y el sonido que invadía los rincones no solo de Chametla sino del alma de los enamorados y los nostálgicos o los alegres y los apesadumbrados…

Ni duda cabe. Chametla ha sido cuna de gente con mucho talento, a la que he admirado y con la que he tenido la fortuna de convivir y que por lo mismo han sido parte importante de mi historia.

Dicen que las cosas pasan como tienen que pasar y porque tienen que ser, eso es sabiduría popular, acertada, muy acertada por cierto, pues sé que si las cosas en mi vida hubieran sido distintas no sería quien soy, aunque no soy mucho, soy algo y eso se lo debo a gente como las que he mencionado en este pequeño blog y que trataré de recordar a lo largo de mi vida, y sobre todo; emular para seguir tratando de ser un mejor ser humano.

¡Gracias profe Norberto Herrera, muchas gracias!