miércoles, 3 de octubre de 2007

CHAMETLA DE MIS AMORES

"A ORILLAS DEL CERRO ESTÁ EL CASERÍO


CERQUITA DEL MAR, A UN LADO DEL RÍO...




CHAMETLA BONITO CHAMETLA QUERIDO


CAMETLA POESÍA, CHAMETLA; EL MÍO...




YA NO HAY CHÍA, YA NO HAY PIRÁMIDES A LA VISTA, YA NO HAY TANTO, SOLO AUSENCIAS... PERO ESAS ACABAN Y ELLA SIGUE AHÍ EN ESPERA DE REGRESOS, CON SU HISTORIA A CUESTAS, CON SUS PUERTAS ABIERTAS, CON LOS RECUERDOS A FLOR DE TIERRA, CON LA ESPERANZA DE PRESENCIAS...


POR ESO QUIERO VOLVER CERCA DE CHAMETLA Y DESENTERRAR SU PIRÁMIDES Y PLANTAR MÁS CHÍA Y ESCRIBIR EN SUS CALLES LA HISTORIA NUEVA Y ENGRANDECER SU RECUERDO Y NADAR EN SUS MARES Y BAÑARME EN SU RIO Y CORRER DESNUDO COMO ANTAÑO POR SUS PLAYAS HASTA HOGARME CON SU AIRE PURO.

miércoles, 22 de agosto de 2007

¡Ay mi Botaira!


Cae la noche en Botaira, los nextlinqueros refulgen al calor del hogar, allá en el lago de los lagartos los sauces llorones guardan silencio pues duermen, las gallinas se sientan en sus cacareos y los perros hacen una pausa en sus aullidos, todo es silencio...

Las hadas de los mitotes aprovechan esos momentos para aguzar los oidos, ellas perciben hasta el estertor de la muerte dentro de cualquier casa, ese es el momento en que ellas se alimentan de los chismes ocurridos durante el día para despues, una vez que pasó el barco de los sueños, desperdigarlos por las calles y rincones más escondidos, ahi donde los amantes se roban besos furtivos , ahi donde los secretos de inmoralidad de algunos se mezclan con la fé en la esparanza de que nadie sepa nada nunca, en cualquier parte se meten y de cualquier parte sacan la información para que los rumores crezcan o se reinventen, el caso es que hay que sembrar cizaña y desconfianza entre sus moradores para que la rutina desaparezca, aunque el sauce llore y al perro ladre o las gallinan sigan cacaraqueando, ellas no descansarán, cuando han absorvido la esencia del pregón, se desperezan satisfechas a esperar a que el reloj marque las once de la noche, entonces hace su aparición en el infinito el enorme barco cargado de fantasmas y pesadillas para robar el sueño a los Botairenses, entonces los perros despiertan de su mutismo y arrojan mordidas al espacio con la intención de alcanzar la nave que vuela por sobre el pueblo, y ellos la siguen mordisqueando las cadenas que arrastra sin descanso hasta que se va difuminando por el camino rojo que va a Sabaiba, lo ven desaparecer por encima de Chametla y todo vuelva a la normalidad, entonces es cuando las hadas ponen labios a la obra y empiezan a recorrer pensamientos susurrando los chismes para que todos lo sepan y la desverguenza acalore a muchos,y asi la rutina sigue, sin algo de monotonía, por eso amo Botaira porque los mitotes son divertidos y duelen pero no duelen, nada de daño hacen, no marcan ni te provocan rencor, por eso ahi nadie se odia, todo es amor...

¡¿chametla, como te olvido?!



En la secundaria hacíamos equipos de trabajo, para las investigaciones o tareas que teníamos que hacer, algunas veces exploramos la cueva de la campana, otras el río, otras -y a ello me quiero referir-, explorabamos el panteón, eran aventuras enormes, realmente lo hacíamos por cariño al experimento y la emoción, porque usabamos el equipo para reunirnos y vivir esas experiencias, ya no era tanto por las tareas, la vez esa del panteón; nos llegó la oscuridad del sol poniente... no nos decidíamos a abandonar la búsqueda del ansiado tesoro, solo por no haber estado ahi en vano, a punto de rendirnos alguien descubrió al ras del suelo lo que aparentemente era una olla, con la adrenalina recorriendo nuestros cuerpos nos dimos a la tarea de escarbar cuidadosamente y efectivamente nos dimos cuenta de que era una enorme olla, pues a medida que escarbabamos alrededor, más grande era la circunferencia, empezamos a hacer conjeturas, "que tal si tiene un tesoro" -dijo el nato, "no!, un muerto" -dijo el Bernardo, - puede ser las dos cosas exclamó el Pablo, "chinguesumadre, y ya es tarde yo tengo miedo, ¿que tal si nos sale un muerto?, mejor vamonos pa la casa, mañana volvemos" -exclamó una voz entrecortada, en efecto la noche caía ya sobre nuestras espaldas, el temor nos hacia sus presas y el temblor de nuestras manos nos ponian en riesgo de destrozar la descomunal vasija. ¿Pero como irnos? ¿y que tal que a alguno se le ocurría volver antes que los demás?, teníamos que fijar una hora para volver juntos, no se valían las traiciones, pero si las desconfianzas, "¡Juremos!" -dijo alguien, y si; juramos, pusimos todos nuetras manos sobre el tesoro y solemnemente acordamos no decir a nadie ni contar nada, ni hacer referencia al paseo de esa tarde, mañana a las cuatro nos veríamos todos para llegar juntos, chin chin el que llegue primero...
Nos fuimos todos con la emocion a cuestas, nos mirabamos de reojo al separarnos, con la inseguridad de que el otro rajara, la maldita carcoma de la traición no nos dejó por un buen rato, hasta que cada uno llegó a sus casas.
Esa noche después de la cena luego de pensarlo mil veces y hacerme mil preguntas, lo decidí y rompí el juramento; le conte a mi tia Mariquita, era necesario que compartiera eso por si alguno de los otros nos traicionaba, era necesario que hubiera testigos de que era un tesoro de cinco, luego de haberselo dicho descansé un poco, y me fui a dormir, pero oh Dios! no pude!, la emopcion me incitaba ya a dar de vueltas. ya a levantarme, tentado estuve varias veces a ir al panteón antes de que me traicionara uno de los otros, ah, de no ser por mi cobardía! pero el remordimiento por mi falta al juramento hizo que mu conciencia no me dejara razonar, por fin gracias a no se que cansancios o atarantos me quedé dormido, al día siguiente, arrepentido de lo que hice y de mis malos pensamientos, decidí contarle a mis compañeros de equipo lo que habia hecho, entonces todos aceptaron con pena que también lo habían contado y que pensaron lo mismo y que habían decidido o no, pero no durmieron, así es que una vez lavadas nuestras conciencias nos dimos a la tarea de escarbar, nuestras miradas sonrientes se cruzaban a punto de las lágrimas por la emocion, casi estaba al descubierto nuestro ansiado tesoro, entonces sucedió: ¡logramos desenterrar la olla! y al levantarla cayo de nuestros dedos hecha añicos, pero no importaba, lo que valía era el contenido, esperabamos encontar por lo menos una fugurilla o malacates, que sé yo, escarbamos ansiosos la tierra que se desbordo del interior y ahi estaba; ¡NADA! solo polvo hasta los huesos del difunto se habian hecho polvo, seguramente era un indio pobre, pobre indio!

jueves, 9 de agosto de 2007

¿Que que es eso de Botaira?


Botaira existe en mi imaginación; tuve que inventar un lugar para haber nacido, porque el otro me trae malos recuerdos... y Botaira es en realidad fantástico.

Cierto; su gente es la misma: en un instante pueden estar haciendose una limpia contra el mal de ojo y pidiendole a la virgen de Guadalupe que les ayude, asi de contradictorios; en un instante pueden estar diciendo que te aman y mentarte la madre, en un instante pueden llorar ante ti por que ocupan dinero para que les prestes y nomás se los prestas y se ríen de ti y no te vuelven a hablar para no pagarte, en fin la gente de Botaira y la de allá son parecidas en todo, solo existe una diferencia; la gente de Botaira no existe....

La gente de Botaira no hace daño, no te roba, no te miente no se rie de ti, no te abusa. Aunque lo haga.

Botaira es un lugar muy parecido al paraíso pero muy parecido al infierno o sea muy parecido a ese lugar que prefiero guardar en mi recuerdo, también hay un lago habitado por lagartos, tambien hay parientes malos (peor que los lagartos), de esos que no se preocupan por ti, a menos que se trate de hacerte daño...

Botaira es un lugar lleno de fantasía donde noche a noche como a eso de las once se escucha pasar el barco de los sueños que los va desperdigando a su paso sobre los techos de los hogares en tinieblas, para luego irse con dirección a SABAIBA acosado por los ladridos de los perros.

Botaira es un pueblo imaginario en el que a más de dos le gustaría vivir, porque ahi todo es eterno, todo es maravilloso, hasta los pecados.

En Botaira viven personajes similares a los de allá, solo que los de Botaira son ficticios, solo que en Botaira aunque te maten no mueres, aunque te odien no sufres, aunque te señalen no te sientes infeliz...

Eso es Botaira, de ahi soy.

miércoles, 8 de agosto de 2007



CHAMETLA PUEBLITO HERMOSO, PUEBLITO HERMOSO DONDE CRECÍ, SUS CALLES Y CALLEJONES Y SUS CASITAS CON SU JARDÍN...

ALGO ASÍ DICE UNA DE SUS MÚLTIPLES CANCIONES, ES QUE CHAMETLA EN LA HISTORIA DE SINALOA SE ESCRIBE APARTE, PORQUE DE QUE TIENE SUS DETALLES, LOS TIENE: SUS CASONAS -COMO LA DE MI MADRINA CHEPINA- EN RUINAS DICEN, OJALÁ LA RESCATARN Y LA CONVIRTIERAN EN UN RESTAURANTE O ALGO PARECIDO, YA DE PERDIDA UN LUGAR DE DESCANSO PARA EL VIAJERO-, Y SU HISTORIA... CUANTAS HISTORIAS SE COCINARON ENTRE SUS MUROS, AÚN TENGO GRABADA EN MI MENTE LA IMAGEN DE MI MADRINA YA VÍCTIMA DEL ALZHEIMER, EN EL SUELO COMIENDO PLÁTANOS CON TODO Y CÁSCARA, ALGO LAMENTABLE QUE AÚN AHORA ME PONE EL CUERO CHINITO, EN FIN; SUS CALLEJONES, SUS PERSONAJES PINTORESCOS, SUS CERROS, SUS SIETE CUEVAS, SUS PLAYAS, SUS LEYENDAS, SUS VERDADES, PERO SUS CANCIONES, HAY UNA QUE TENGO POR AHI GRABADA EN VIVO, LA CANTA POR SUPUESTO LA UVA DE JUAN MURILLO NO ME ACUERDO QUIEN ES EL AUTOR PERO ES UNA CANCIÓN TODA POÉSIA, VOY A RECUPERARLA PARA INSERTARLA EN ESTE ESPACIO.

Chametla querido.


En Chametla pasé los días más grandes de mi infancia, el Baluarte fué testigo de mis pleitos con el cande, de mis viajes por "barundas pa la hornilla" los cubetaszos de agua de pocito y una muerte aterrorizante...

Chametla y sus cerros y sus cuevas, son parte de mis más entensos recuerdos, la capilla de mariquita, mis tiempos como monaguillo del padre Quiroz, la secundaria, mis cuates el Fernando Nava, el profe Heraclio.

Los malacates, las ollitas de barro negro los matachines los tamales de frijoles, uf! Chametla no es parte de mi historia, creo que yo soy parte de la suya...

ASI NACIO CHAMETLA

La leyenda dice que; mucho antes de que nacieran muchos Dioses, a la región sur del estado de Sinaloa que comprende las márgenes del río que hoy conocemos como el “río baluarte”, llego una tribu de totorames que –posiblemente- eran una degeneración de las razas del norte del Estado, o del Estado norteño de Sonora, existe la posibilidad de que las tribus de Yaquis se hayan mezclado con las de Coras nayaritas, lo que dio origen a una civilización que fue a ubicarse justo en el sitio al que dieron por nombre; Chiametlan. Dice el mito que un día, en el que luego de una larga caminata, un jovenzuelo de nombre xolotl reposaba sobre una enorme roca y a la sombra de un “uvo”, tras la ingestión de un preparado a base de tecomate al que ellos llamaban “duérmete niño”, por el efecto de relajación que causaba; como en éxtasis escucho la voz de un Dios que decía; “Escuchadme Xolotl, hijo mío en quien tanto confío, has de conducir a la tribu a un lugar sobre las playas del río, ahí encontraras una señal, cuando la hayas reconocido, será que llego el momento de fundar un nuevo imperio...” al despertar, el joven contó a los mayores y a los sacerdotes que viajaban con el, lo que había soñado, y le creyeron... porque era un joven respetable y siempre había luchado por el bien de la tribu, fue entonces que decidieron marchar en busca de la señal esperada, no tuvieron que atravesar enormes desiertos porque ya lo habían hecho desde Sonora, ni tuvieron que durar cientos de años, pues ya habían pasado desde que nacieron como seres sociales, ni esperaban encontrar un águila o alguna serpiente, ni signos en el suelo, ni que les cayera comida del cielo,... ya todo estaba dicho y hecho, la señal seria clara; Pues dice la leyenda; que aquel joven caminaba al frente, con una enorme beca sobre su cabeza, como era costumbre en los grandes personajes de esa época,.. ellos usaban esa especie de Chía que les confería un estatus de superioridad y casi divino, razón por la que eran obedecidos y respetados como jefes y sacerdotes de gran envergadura, y el, se había ganado ese grado, se dice entonces; que caminaban por las playas del río con dirección a las inmensas playas vírgenes de la costa marítima, cuando Xolotl se sintió agredido y asaltado, al grado de perder su chia a garras de un ave, puesto que le fue arrebatado por un enorme chivicoyo que les sobrevolaba... así, a secas, eso no podia ser tomado como la señal que esperaban, de no ser porque al ir tras el, por ordenes del líder, un niño la encontró tirada sobre una planta que en la actualidad se conoce como salvia, y a los pies de un cedro, ahí se sentaron a descansar tras la fatigosa persecución, y ahí, el hombre de la chia que la había recuperado justo sobre aquella planta de la que sacaban la semilla a la que daban precisamente el mismo nombre, -pues tenían ellos, costumbre de preparar un brebaje a base de las semillas de esa planta-, esas semillas eran conocidas como chia, que acostumbraban mezclar con miel y jugo de frutas agrias para refrescarse, por eso fue que decidió asentarse en ese lugar al que en honor a tal acontecimiento y a tales razones dieron por nombre; Chiametlan, que significa lugar de chias. Se establecieron sin mas, y se distribuyeron a ambos lados del río al que llamaron río Chiametlan y se dispersaron a lo largo del mismo y a las faldas de un enorme peñasco que surgía de aquella inmensidad marítima y al que creyeron un vigía por estar rodeado de agua, (así se les conocía a las islas y peñas enormes sobresalientes de las aguas) además de que era un vigía, al establecerse ahí, lo usaban también como atalaya y puesto de observación, doble razón para que hasta la fecha el enorme escollo conserve el nombre del cerro del vigía, ahí en lo alto se estableció el líder, y se mando construir un enorme espacio para el juego de pelota y acondiciono las siete cuevas para atesorar las pertenencias tribales. (Aun hoy, si se cuenta con el equipo apropiado, es posible desentrañar del escollo grandes muestras artesanales de aquella gran civilización), allá en lo alto, eran las grandes celebraciones, allá en lo alto, eran los grandes honores, y adaptaron un espacio al que actualmente se le llama el valle de las tinajitas para domesticar a los chivicoyos, símbolos de la naciente cultura... ahí les molían el maíz y el pescado seco mientras las exóticas aves –para entonces sagradas a los ojos de los totorames - comían, ellos molían la sal, que luego llevarían al tianguis para intercambiar por enseres y alimentos, con tribus que cruzaban desde Ixtlan hasta Sinalobola, que era como se conocía a esta región, para surtirse de tabaco y de ixtle... Por esa época se corrió el rumor de que había pasado por ahí un hombre que portaba el nombre de “nube gris”, y que viajaba desde la mítica ciudad de tenochtitlan en busca de una señal, a nadie le sorprendió, pues esas culturas siempre estaba en espera de señales para poder existir, se decía que lo habían visto descansar entre los manglares, unos días alimentándose de higueras silvestres, otros días alimentándose de mezquite o guamúchiles. Los que iban a la pesca del camarón y tortuga para preparar los platillos favoritos de Xolotl le daban a comer el cazon o el bagre que ellos no apreciaban y que el extranjero preparaba de una manera para ellos extraña, pero deliciosa al fin de cuentas, ellos le contaron a Xolotl que el fuereño acababa de llegar de una isla llamada mezcaltitan en la que había tenido un enfrenamiento con el principal de la tribu y con el que finalmente había entablado amistad embrujándolo con su sapiencia y los conocimientos que tenia en relación con los tiempos, los totorames le platicaban todo esto a Xolotl y de otras conversaciones con el extraño, y Xolotl quedaba tan fascinado que al tercer día mando a buscarlo,.. cuando “nube gris” subió a sus aposentos, Xolotl ya le estaba esperando con una comida preparada a base de ranas y camarones y su bebida favorita “el duérmete niño”. “Nube gris” le contó que en efecto, había recorrido inmensos mundos y grandes señoríos y le aclaro que muchos de esos mundos, eran conocidos por pocos, Xolotl se intereso por sus aventuras y le llamo mucho la atención la historia del enorme disco del tiempo que a sugerencia de “nube gris”, la gente de Mezcaltitan se había llevado rodando hasta la capital del gran imperio Azteca, pues les había asegurado que si ellos entregaban el disco a los gobernantes de la gran ciudad, les tendrían en gran estima, (aquel enorme monolito es conocido actualmente como la “piedra del sol” o el “calendario azteca”) y con el se regían en la gran urbe. “Nube gris” permaneció junto a Xolotl durante siete lunas, contándole sus grandes hazañas, y una mañana de la luna siguiente se marcho, dejando parte de su sabiduría al joven aquel, que en un sueño los dioses habían elegido para patriarca de la tribu Totorame, y aquello no fue en vano, pues Xolotl aplico en bien de su gente todo lo aprendido. Chiametlan crecía en territorio y en sabiduría; una vez establecidos, se fundaron escuelas y centros de entrenamiento para los guerreros, pues aunque eran una tribu pacifica debían estar preparados por el caso de algún ataque enemigo... Era día de gran fiesta, hacia treinta y seis lunas que habían llegado a esas tierras, bajo el vigía, los danzantes matachines, la pascola y la norteña danza del venado eran apreciadas por el populacho, mientras que el duérmete niño, el peyote y el tejuino, circulaban al por mayor, dicen que en el centro de la gran Chiametlan en el lugar donde actualmente esta la plaza principal, había una enorme pila de cantera en donde se bañaban los paseantes para mitigar el calor, y que ahí en esa gran pila, se habían ahogado muchos visitantes por el efecto de las parrandas que acostumbraban en esas festividades y esa ocasión no fue la excepción, los visitantes del señorío que se trasladaban de lugares distantes, eran atendidos por los lugareños y los agasajaban con potzol, tixtihuil, y agua de chia. Por las calles sonaban los tambores, los cuernos y las grandiosas caracolas. (hoy en dia, los totorames continuan agasajando a los visitantes con platillos ancestrales por las fechas mismas de tal festejo) En el tianguis los matatecos ofrecían al mejor postor los equipales y petates mientras que los cacalotecos remataban sus hamacas y tapetes, y los orgullosos totorames exponian su famosa alfareria, por medio de la cual contaban la historia de su fundación, el muñeco mas vendido era el que representaba a Xolotl con la chia –o manto-, pendiente de su cabeza y que además se había vuelto una pieza de vestir muy popular, al grado de que no solo los grandes señores la usaban sino que había tal libertad para ello, que hasta las mujeres de los carniceros podian portarla, el día era especial; sobre todo porque el festejo era un pretexto para que los sacerdotes y mayores de la comunidad confirieran el titulo de gran señor a Xolotl que a partir de entonces seria conocido en todo el señorío y allende las fronteras, con el nombre del gran señor Xolotlzin. Le rindieron pleitesía los famosos guerreros cahitas con los que habían entablado muy buenas relaciones y de entre quienes habían escogido a los mejores para que los iniciaran en las artes guerreras, y eso era bueno pues los cahitas tenían la fama de merendarse a sus enemigos mas importantes.., andaban por ahí muchos tahues, recelosos pues temían desagradar a los cahitas, sin embargo a la sombra del gran señor Xolotlzin y dentro del territorio Chiametleco debía predominar la paz por lo que los pacaxee, los acaxee y los xiximes –que aunque también eran canibales, en esta ocasión su instinto pasaba a segundo termino, pues no eran tiempos de guerra, sino de fiesta y paz-, deambulaban felices por el tianguis ofreciendo sus cosechas, los visitantes iban y venían, desde las pirámides ubicadas junto al valle de las tinajitas hasta el campo funerario (que estaba ubicado en el centro de la gran urbe y en donde eran sepultados, sin distinciones, desde gente del mas rancio abolengo, hasta los tamemes y taspanadores, pero que debido a la explotación y destrucción de los conquistadores, que con su devastamiento redujeron el señorio a un monton de casuchas, (ahora el camposanto se localiza en la entrada a la comunidad), y subían hasta la séptima cueva rodeando por el juego de pelota y admirando los enormes zoológicos de Xolotlzin quien orgulloso permanecía sentado, mientras que a sus pies estaba su gato consentido,... desde ahí, desde lo alto de la pirámide edificada en su nombre y sobre la cual actualmente yacen las ruinas del primer templo cristiano totorame, el observaba el trajinar constante de los lugareños y visitantes en aquel gran día, y de vez en cuando el recuerdo imborrable de “nube gris” acudía a su memoria. Se hizo un silencio enorme y su embeleso fue interrumpido por los sacerdotes y los ancianos para hacerle saber que era el momento de elegir y nombrar a los jefes militares, que en esta ocasión serian elegidos en contra de la costumbre; de entre los plebeyos, (es bueno insistir en el modo moderno que tenia Xolotlzin de gobernar, eso fue lo que lo hizo diferente de sus antecesores y la herencia mas valiosa para quienes le sucederían, seria esa precisamente; la de no hacer distinciones de clases sociales.) pues eran una nueva nación, al enterarse los asistentes de esa nueva modalidad, un murmullo recorrió las calles de chiametlan, algunos parecían inconformes y Xolotlzin al percatarse se puso de pie alzando una mano; el murmullo cesó, y los cientos de cabezas dirigieron su mirada a lo alto de la pirámide, Xolotlzin les hablo como había aprendido de “nube gris”, con clama y con la vista fija: “hermanos míos, amigos míos.... es costumbre y lo sé, elegir a nuestros dirigentes de entre la realeza, pero este es un señorío que comienza, un señorío de los tiempos nuevos, y tengo conocimiento de que en estos nuevos tiempos, los sistemas políticos de mundos lejanos y nuevos señoríos, funcionan diferente y funcionan bien, es menester por ello, acatar las disposiciones que rigen a las culturas florecientes como la nuestra y si la nuestra no funciona bajo este nuevo régimen les pido me lo demanden”. Les hablo claro, les hablo breve, y les hablo convincente, una ovación de admiración se dejo escuchar y acto seguido se procedió a la selección. Se constituyo un decenvirato (era un comité integrado por diez hombres) que tuvo como resultado una recopilación de leyes que agradó a todos los visitantes, inicialmente el decenvirato tendría una vida de doce lunas, sin embargo debido al notable éxito, permaneció al frente de los nuevos estatutos por mas de cien lunas. En adelante, habría muchos cambios en la política, que de alguna manera enriquecieron el devenir de aquella cultura. El decenvirato, que originalmente había tenido escaso poder al aplicar las leyes y cuidar los intereses totorames, y otras culturas, se convirtió en un órgano fundamental de poder; declaraba la guerra cuando era necesario y firmaba la paz, establecía alianzas con otros señoríos y mundos poco conocidos, decidía la fundación de establecimientos para que vivieran las personas que llegaban de otras culturas al cobijo del señorío, y administraba las finanzas públicas. Chiametlan tuvo en ese periodo, su etapa de mayor expansión, en pocas lunas, se convirtió en una verdadera potencia tanto en el comercio como en la política, gracias al apoyo de sus vecinos de la sierra quienes empezaron a seguir su ejemplo... Con el paso del tiempo Chiametlan logro dominar sus costas, estableciendo colonias de pescadores que al servicio del gran señor Xolotlzin, perfeccionaban sus sistemas de captura del camarón entre otras especies, usando novedosos sistemas que también revolucionaron la actividad pesquera. Pasaron muchas lunas después de la muerte del gran Señor Xolotlzin que murió en su trono rodeado de seres que le amaron y le respetaron hasta sus últimos días, en ese entonces el territorio de su señorío se había expandido hasta abarcar desde la región que hoy ocupan el río de las cañas y el río Elota. Para entonces, el titulo que se le daba al que poseía el mando era el de cacique, (quiero hacer alusión a una extraña ave negra de lomo amarillo que llego una vez al aviario de Chiametlán y devoro a casi todos los chivicoyos, esa ave fue reconocida por el poder con que destruyo a la cría de aves de los totorames y la llamaron cacique) y el cacique que estaba al mando a finales del siglo XV y que era descendiente de aquel joven aventurero, era conocido como Xahualt, quien al igual que sus antecesores había seguido gobernando con sabiduría y nobleza, Chiametlan había creado durante varias generaciones un gran imperio manejado aun bajo el novedoso sistema del decenvirato, como resultado de este crecimiento, los Totorames entraron en contacto con los mundos cercanos, entre ellos estaban las tribus de mayos sonoreses y los huicholes nayaritas (de quien –insisto-, posiblemente descendían) y con quienes compartían gran parte de su cultura, su religión, y su arte, en esos tiempos en los que el territorio era tan basto surgieron algunos problemas dentro de la gran Chiametlan; ciertos estratos sociales contagiados por las costumbres de otros señoríos empezaron a perder los altos niveles de incorruptibilidad y la conformidad de sus preceptos morales que eran los que caracterizaban a sus antepasados. Xahualt se vio en la necesidad de portarse enérgico e instituir nuevas leyes o cambios en las ya existentes, mismas que perdurarían hasta la llegada de los españoles, estos cambios aumentaron el prestigio de Chiametlan y sus gobernantes, consolidando al señorío como uno de los mas notables, de mayor influencia y mas importantes de los mundos conocidos hasta ese entonces, y su fama trascendió fronteras y mas allá de las paredes de los grandes templos y palacios de la gran Tenochtitlan, eran conocidas las hazañas y el poder de los totorames y aun en estos días en los muros de aquellas edificaciones incluso en la misma Teotihuacan junto a la pirámide de la luna o en el mismo palacio de las alas se pueden apreciar jeroglíficos que aluden a tales hechos, y en sus viejas paredes esta vivo el recuerdo de los chivicoyos y caciques con alas de mariposas..... Sucedió que a principios del siglo XVI, una mujer que era conocida como gran señora o cacica por ser la esposa del cacique, dio una hija a Xahualt, y que por haber nacido en el año tres roca, venado, según el calendario del sol que para entonces era el que regia todos los mundos conocidos; le dio el nombre de Tonalli. Sucedió que al nacer Tonalli, murió la madre, la vieja comadrona mando el aviso a los aposentos del cacique y acto seguido enterró el ombligo para proceder a bautizarla con agua, siguiendo el rito común, levanto al cielo a la recién nacida y pronuncio las palabras de rigor; “Tizancli; que das vida para soportar nuestra estancia en este mundo ingrato, mira esta agua limpia que alegra y refresca al corazón, y lo despierta, esta agua hará que esta niña este al pendiente y no este de floja, ¡ Madre de todas las criaturas, defensora de los niños recibe a esta niña, y protégela como si fuera tuya, y tu Tonalli; habéis de estar dentro de casa como el sentimiento dentro de tu ser, no habéis de andar fuera de ella, no habéis de tener costumbre de ir a ninguna parte, habéis de ser la ceniza del nextlinquero en el hogar. Habéis de ser la hornilla donde se pone la olla, en este lugar os entierra nuestro señor, (porque los palacios estaban hechos a base de tierra) aquí habéis de trabajar y vuestro oficio ha de ser traer agua de los pozos del río Chiametlán y moler maíz en el metate y ahí habéis de andar junto a las cenizas”. esto lo dijo porque era la costumbre, pero en realidad la hija de un importante cacique no seria esclava jamás ni haría las labores propias de la servidumbre... por eso se enterraba el ombligo para si alguien quería irse lejos, tuviera razón de regresar, y así era el ritual que tenían por costumbre cuando nacía una niña, por eso enterraban el ombligo, para que echara raíces, y tal vez fue porque en el palacio de Xahualt no pudieron encontrar la hornilla, que la niña siempre soñaba con volar, pero eso era prohibido, las niñas no tenían la misma libertad que los niños, por lo tanto no podían soñar ciertas cosas, mucho menos hacerlas. Cuando Xahualt se enteró de que a pesar de que cubrieron la vagina de la cacica con hojas de sábila tatemadas y hojas de salvia para que la chía hiciera su efecto, y a pesar de que la inundaron de orina caliente, Queleque se la llevó, fue cuando recordó que hacia unos días en las faldas del vigía junto al río, muchos habían escuchado en tres ocasiones, en una sola noche, el canto del tocolotl y eso era sin duda; el mas seguro presagio de muerte. Cuando la mujer iba a ser sepultada, Pahua su hermano, se enfrento a Xahualt, pues le ofreció setenta esclavos que tenia prisioneros en Matatán para sacrificarlos en sus exequias, sin embargo, fiel al legado de sus antecesores Xahualt se negó, lo que provoco un escándalo en el señorío. Cuando todos se enteraron que una reina camino de los dominios de Queleque había partido como una esclava, como un perro, sin un sequito que hasta las mujeres de los tinajeros llevaban con ellas, se escandalizaron, a pesar de que sabían que los últimos gobernantes eran mas sensibles a ese tipo de manifestaciones desde que asumió el poder el gran Xololtzin... Cuando Tonalli creció y pregunto por su verdadera madre, su nana le platico que su madre había ido mas allá del infinito, hasta aquel cielo azul sobre el cual había diez cielos mas, y en el décimo existía una gran ciudad mas grande que Chiametlán, hecha de obsidiana de color verde con bosques de perlas de todos los colores y calles de caracolas y pirámides de conchas, donde los días y las noches eran de goces y alegrías, en donde no tenían que comer y beber porque no lo necesitaban, y por ahí andaban todos los dioses, Eso tranquilizo a la niña, y luego le contó la historia de la madre de todos los dioses que dio a luz un cuchillo de obsidiana, era un cuchillo de obsidiana negra muy grande, pero no le hizo daño porque abrió mucho las piernas y de allá de la ciudad de perlas y obsidiana tiraron el cuchillo y cayo en un lugar conocido como siete cuevas y de el salieron ciento cuarenta y cuatro mil dioses y diosas. Esas cuevas son las que permanecen mas arriba del mirador del cerro del vigía..., le explico ante sus dudas, que aunque fueran muchos dioses, ellos no necesitaban sitio para estar, aunque vivieran en el décimo cielo, podían andar de allá para acá, que eran como el aire que iban y venían, que no tenían donde sentarse ni nalgas para hacerlo... le contaron también; que antes de llegar a la primera cueva, hay una inmensa roca que tiene unas nalgas muy grandes dibujadas por si pasaba Tiuspica y quería sentarse, pues el ya sabia que donde hubiera unas nalgas dibujadas era señal para que el pusiera las suyas, porque era el jefe de todos los dioses y era el mas poderoso de todos, y muchas veces bajaba a la tierra con figura de hombre, y como todos los hombres, pues se cansaba y a veces se sentaba sobre sus propias nalgas, y se contaba acerca de el: que había nacido de una mujer por obra divina, sin que ningún hombre interfiriera. La curiosidad de Tonalli la conducía a saber cada vez mas, por eso se enteró que había una mujer que se llamaba regazo de víbora, y como era muy religiosa, se pasaba días y noches haciendo penitencia barriendo el barrio del coacoyotl, y un día que estaba barriendo, cayo a sus pies una perla dorada, ella la junto y se la metió en el seno junto a la barriga, y cuando acabo de barrer la quiso tomar y no la halló, entonces se dio cuenta de que estaba embarazada. Así creció la niña bajo el cuidado de aquella sabia mujer y Xahualt se dedicaba tranquilamente a gobernar a su modo, que aunque extraño, no dejaba de agradar a sus súbditos. Un día fue la parte norte de su palacio, que además tenia vista al río para visitar a su hija, ella corrió a abrazarlo temerosa, pues le habían contado sus nanas que ese año se acabaría el mundo, y el le explico que cada 52 años volvían a comenzar la cuenta de los años lunares con los mismos nombres, porque solo tenían 52 nombres, pero que los años no se terminaban nunca, y eso de que se terminaba el mundo era una leyenda que el había estado escuchando desde que era niño, y que en una celebración como la que tendrían esa noche, los sacerdotes apagarían todos los fuegos para encenderlos con solo uno, que ardería de nuevo, allá junto al juego de pelota, mas allá del aviario que fundara xolotl. Tonalli cumplió diez y siete años, los sueños que se apoderaban de ella eran muy extraños, con frecuencia se veía en los brazos de uno al que ella creía un dios, que había llegado en una canoa tan grande como una pirámide, lo describía como un hombre hermoso con los ojos color del cielo del mediodía y una barba como de oro, vestido con todo el cuerpo cubierto, e insistía en que se trataba de colibrí el hijo de un antiguo Dios emplumado, e inevitablemente se había enamorado de el... Era otra vez el aniversario de la fundación de Chiametlán, la celebración estaba en su apogeo, los matachines hacían de las suyas, los sacerdotes elevaban sus rezos al cielo, y los visitantes eran atendidos por los lugareños, sirviéndoles tamales de camarón y atole de masa, muchos vestían llamativos penachos y lustrosos guaraches, los que menos; adornaban sus faldas con carrizos y espinas, emulando a los matachines matatecos, las sonajas sonaban y los tambores palpitaban... de pronto un mensajero llego con la frente perlada de sudor y falto de aire, entre sus manos traía retratos de un hombre blanco que habían visto rondar por los manglares donde en años anteriores -se sabia-, había pernoctado “nube gris”, el mensajero llego a los pies de Xahualt y la concurrencia guardo silencio, a su lado Tonalli sintió desbocársele el corazón cuando vio el retrato, se dio cuenta de que era el hombre de sus sueños, cuando el gran Señor vio el retrato y escucho la narración de los hechos de boca del emisario de la costa, se puso de pie y como era costumbre hablo a sus súbditos y a sus invitados: “Un ciclo termina, y con el muere una etapa importante para nuestra raza, he de morir también yo, -un murmullo recorrió los callejones e inundo los recovecos Chiametlecos-, y en este ciclo que comienza, nuevos dioses gobernaran mi tierra, la tierra de Xolotl y el chivicoyo, la tierra de las chias y el vigía, las tierras del camarón y el tejuino, porque llegaron del mar, como lo profetizó mi adorada hija Tonalli, en enormes canoas y con grandes armas, nuevos gobernantes que según me informa este enviado del pueblo de Majahual, han de inculcar a ustedes nuevas costumbres, y no he de hacer nada por impedírselos, pues nada puedo hacer ante su poder,.. y ellos gobernaran, y cambiaran sus creencias y les mostraran a sus nuevos dioses...” La multitud se dispersó y corrió esconderse mas allá de los confines del señorío, se acabo la celebración y Xahualt se retiro a sus habitaciones para morir en paz.... Entonces Tonalli resignada se retiro a sus habitaciones para esperar le llegada de su dueño, aquel hombre que había visto en sus sueños y al cual le había entregado el corazón aun sin conocerlo, argumentando para si que era su dueño y que era descendiente de un antiguo Dios que se había ido prometiendo volver del lugar donde se mete el sol, pues vendría de derrotar a otro Dios enemigo, y que habría de venir del mar a por ella, y ella habría de esperarle, y así fue; en la séptima luna, después de esos acontecimientos, mientras agonizaba su padre sin haber dejado un sucesor en -virtud de que nada serviría-, (pues de cualquier modo, quien le sucediera seria derrocado por el enemigo que llego del mar),.. encerrada como estaba y a punto de la locura, sus ojos de repente esa fría mañana se detuvieron en un punto fijo de la habitación, en dirección a la puerta, vio con ojos desorbitados la llegada del hombre que tanto había soñado; el hombre blanco entro a la habitación y con el, una decena mas, armados con espadas y escopetas y cubiertos de acero, el hombre se arrojo a los pies de Tonalli gritando: “Amada mía, la mujer de mis sueños”, en ese instante, Tonalli supo que el también la había soñado, el hombre se acerco a ella y acaricio su rostro para después fundirse en un abrazo intenso y calido como las playas del río Chiametlán.... Dice la leyenda que el hombre aquel era un hombre de paz y había venido a estas tierras en persecución de su sueño, eso fue algo con lo que coincidió con el gran Xahualt por eso quizás Tonalli se identifico con el, por eso, el se refugio junto a Tonalli en la cueva de la campana , mientras que allá en el vasto territorio totorame sus consanguíneos se dedicaron a destruir pirámides y templos, y mientras esos días pasaban, y ellos hacían el amor, afuera se hacia la guerra, todo era odio y destrucción, los totorames se escandalizaban por las absurdas ideas de los blancos que llegaron del mar, y salían de sus escondites solo para ser ultrajados, pues los que llegaron del mar les obligaban a adorar a un hombre crucificado en un enorme trozo de madera en vez de adorar a un ave de inmensas alas, y si no lo hacían los decapitaban, pues aseguraban que aquel era hijo de Dios y se lo comían en algo que ellos llamaban hostia, y se atrevían a criticar a los acaxees porque se comían a sus prisioneros mas fuertes para tener su fuerza, y pregonaban “no matar” mientras que asesinaban a miles de los habitantes de estas tierras, desde Ixtlan, Mazatlán, Culiacán y quien sabe hasta donde mas, pregonaban “ama a tu prójimo” y destruían sus pertenencias y quemaban sus chozas, “pregonaban “no desees a la mujer de tu prójimo” y violaban a las mujeres y a los hombres... Dicen que un tal Nuño de Guzmán, fue quien encabezo la barbarie, que mando a reclutar indígenas de toda la región para someterlos y herrarlos como a las bestias y luego, en calidad de esclavos, usarlos para la lucha contra los pueblos de mas al norte dejando el territorio totorame casi vacío, pues de casi trescientas mil personas que lo habitaban quedaron unas mil quinientas y hasta la fecha, en la extensión de tierra que ocupara la gran Chiametlan ahora habitan solo los viejos, y su población decrece conforme pasan los años. Después llego Hernán Cortés que fue recibido en la que fuera la enorme mansión de Xahualt, ahí, fue atendido por Nuño de guzmán, los esclavos nativos le sirvieron nixcoco y piznate, luego le dieron jocuizte, comieron un delicioso pozolli y de postre; guámaras con miel de abeja, el conquistador disfrutó el banquete en el que además sirvieron sangre de lobo guisada con una fruta que le gusto mucho y que en Chiametlán era conocida como xitli tomatl, (solo que don Hernán no sabia pronunciarlo y decía jitimate) después de llegar a un arreglo con el espléndido Nuño, Cortéz baja a la primera cueva en aquella donde estaba la piedra con unas enormes nalgas pintadas y sobre la cual, descansaban los dioses Totorames cuando bajaban a la tierra con figura de hombre, allí se sentó el también, y la vista de la península que sus ojos admiraron, lo embrujo y lo motivo a conquistarla, así fue como llego a ella y al mar que cruzo para lograrlo le dio su nombre... Después de la llegada de los españoles y el casi total abandono de estas tierras los españoles que luego las poblaron, entre ellos un tal Gonzalo López, se dedicaron a la ganadería, además de el comercio de la sal, surtiendo de la misma a los reales de la nueva Vizcaya y la nueva Galicia Todavía cien años después de la conquista, los acaxees y xiximes seguían luchando por recuperar aquel tan amado y respetado territorio, de sus amigos Chiametlecos, sin embargo solo consiguieron que los hombres del mar acabaran con poblaciones enteras como Copala que luego se convirtió en un refugio de bandoleros. Sin embargo, algo esta pasando con los descendientes de Tonalli y aquel hombre blanco, pues tal vez es mas fuerte el “jalón” de la tierra, porque nos esta llamando -y el llamado de la sangre es fuerte-, con todas sus mezclas y penas, la casta totorame lucha por sobrevivir, pues se habrán acabado los chivicoyos (actualmente se sabe de la existencia de ejemplares de estas “gallinas” en los bosques canadienses y hay quien afirma que se pueden encontrar en las costas centroamericanas de países como Costa Rica) y puede que los descendientes de Tonalli no conozcan las semillas de las chias y en vez de chia en su cabeza actualmente usen sombrero o rebozos, y tal vez habrán arrancado sus ramas y cortado sus frutos, pero olvidaron sacar sus raíces y mientras sus ombligos permanezcan en esta tierra santa, habrá esperanzas, porque aquellas raíces viven y pugnan por salir, y un día emergerán a esta ciudad que nuestros hijos verán renacer con un resplandor distinto y se levantara sobre sus cenizas como un ave fantástica, y la descendencia de Tonalli y aquel hombre blanco al que amo, la poblará por siempre y conservara su nombre por siempre y tendrá sus cimientos sobre los miles de piezas arqueológicas que aun permanecen dormidas bajo el manto terrestre y las decenas de pirámides que forjaron la industria y el porvenir del pueblo totorame que se niega a morir... y Chiametlan no morirá del todo, nunca jamás.
F I N