miércoles, 6 de abril de 2011

DE CHIAMETLAN A CHAMETLA

(La injerencia de Nuño de Guzmán y Hernán Cortés en el sometimiento Totorame)
 L. FERNANDO GARCIA BARRAZA

Nuño Beltrán de Guzmán nació en el año de 1490, muy cerca de la campiña del Henares, en Guadalajara provincia de Guadalajara, y se supone de origen aristocrático. Su vida trascurrió entre la alta alcurnia de aquellos andurriales en la madre patria, se sabe además que fue una persona siempre favorable a los intereses del Rey, por lo que aunque casado pero sin mujer a quien amar y sin hijos por quien temer se embarcó en la aventura del oro y la conquista, llevado por su desmedida ambición y su infinita cobardía…
En el año de 1525, junto con otros amigos ricos venidos a menos como el mismo por causa del desapego familiar, salió con rumbo al nuevo mundo con tanta suerte que en 1528, Carlos I, lo nombro gobernador de la provincia de Panuco y casi inmediatamente después le da el titulo de presidente de la real audiencia de México que era el máximo tribunal de la colonia española, se suponía que la intención de colocarlo a la cabeza de ésta, era para que le pusiera un alto a los atropellos y abusos de los españoles que habían llegado al nuevo mundo en viajes anteriores y posteriores a la llegada de Hernán Cortés hacia la raza habitante de las tierras conquistadas.
Sin embargo lo único que el rey consiguió con esta decisión fue darle armas para hacer lo que a otros presumiblemente prohibiría. Estuvo a cargo de la real audiencia solamente un año, durante el cual estuvo quedando bien con el rey pregonando por toda la nueva España que Hernán Cortez no era nadie sino el Rey quien lo mandaba, lo que ocasiono el odio de Hernán hacia él, convirtiéndose en obstinados enemigos.
En 1529 dejo su cargo de presidente de la real audiencia y organizo un ejercito entre sus aliados proponiéndoles recorrer el territorio del noroeste de la nueva España y prometiéndoles puestos relevantes en la tierras que conquistarían, amen de fortuna y gloria, eran unos cuatrocientos los que lo siguieron llevando consigo unos cinco mil naturales de las tierras conquistadas por Hernán Cortés. Empezó el recorrido por el territorio que actualmente ocupa México para llegar a Michoacán y así caminó hacia el norte dejando a su paso una estela de muerte y destrucción.
En diciembre de 1530 Nuño Beltrán de Guzmán arribó a la región totorame, donde llegó con centenares de enfermos y heridos debido a los enfrentamientos sostenidos con tribus nayaritas recientemente y otras mas a lo largo de su camino, ahí fue recibido por Xahualt un joven cacique totorame quien lo trató como a un Dios y ordenó a seis altos dignatarios que lo atendiesen y cubrieran sus necesidades a lo que Nuño pagó haciéndolos presos y torturándolos de la manera mas vil y cobarde, el personalmente cometió aberraciones de carácter sexual en cada uno de ellos y sus esposas, lo mismo que con sus hijos, haciendo después que les arrancaran las uñas una a una y colgándolos de los dedos de los pies de las mismas vigas que sostenían los techos que le daban cobijo, después ordenó a sus secuaces que quemaran las bodegas del señorío y las habitaciones de los habitantes de aquella capital totorame, también estuvo investigando el lugar de las arcas locales para adueñarse del posible oro o cualquier tipo de joyas preciosas que suponía encontraría como le ocurrió en algunos lugares de Michoacán y otros que atravesó en su peregrinaje conquistador, sin embargo algunos totorames huyeron a los cerros aledaños, pues conocedores de su propio territorio escondieron sus tesoros en las cuevas de las que actualmente se conocen: siete frente al barrio del cuacoyotl y una a la que hoy en día le llaman la de la campana sin contar las que hay atrás de esos mismos cerros por el lado de las marismas chiametlecas, también se habla de tres que están en los limites con el territorio escuinapense en el barrio que ahora se conoce a manera de guasa por los lugareños como “Zacatillo” o “mar de amores”, y ciertas mas que permanecen escondidas con la intención de seguir ocultando su contenido. En esos lugares los totorames se escondieron con las propiedades que lograron rescatar y que consistían mas bien en armas, figuras y vasijas de barro y piedra, objetos ornamentales a base de jade obsidiana y nácar, pero poco oro había en estos lugares que Nuño no encontró, ni ningún otro metal valioso ni otra piedra de precio alto que interesara a la corona. Sin embargo y habiendo dominado a los nativos de aquellas tierras verdes y hermosas ahora convertidas en recuerdo, el Nuño de Guzmán permaneció en descanso y so pretexto de rehabilitar a sus huestes desde finales de diciembre festejando la navidad en Chametla, por lo que luego de su descanso, el 20 de enero de 1531 declaro oficialmente fundada la villa del espíritu santo de Chametla, ya que había estado llamando a los territorios encontrados y destruidos a su paso con el titulo de "Conquista del Espíritu Santo de la Mayor España", luego partió con destino al norte para seguir con sus sangrientas correrías, por esas épocas estaba al mando allá en España la reina Juana I de Castilla ya que su hijo andaba ocupado en menesteres propios de su rango así es que ella no habiéndole gustado eso de conquista del espíritu santo y tanta bobería del lambiscón de Nuño Beltrán, le ordeno que llamara a su campaña nomas “Reino de la Nueva Galicia”, por Real Cédula creada en Ocaña España justamente el 25 de enero de 1531, así es que Chametla paso de esa manera a formar parte del reino de la nueva Galicia. Nuño de Guzmán fundó de esa manera una villa atiborrada de españoles a los que les repartió las propiedades y terrenos de los totorames, lo mismo hizo consigo mismo, adueñándose del cerro de la curiara que significa canoa por tener un parecido con una de ellas colocada boca abajo y que en ese entonces estaba ubicado en el centro del enorme complejo señorial junto al terreno que servía de yacija o cementerio y todos los alrededores.


Había unos doscientos mil totorames antes de la llegada de Nuñ0 de Guzmán y quedaron a su partida unos diez mil debido al contagio con las enfermedades de los españoles mas que por causa de guerras y por desgracia hacia mediados del siglo XVI, la provincia de Chametla dejó de existir y el territorio entre los ríos Piaxtla y De las Cañas volvió a ser tierra de guerra fuera del control de los españoles.
En 1545 arribo hubo un ejercito de frailes que se establecieron en Acaponeta, hoy estado de Nayarit, desde donde se ocupaban de la evangelización de los indígenas que habitaban en lo que había sido la provincia de Chametla. A Chametla y lo mismo que en los lugares donde ponía el pie, Nuño de Guzmán lo tiño de sangre, por lo que sus mismos subalternos se quejaban por medio de constantes misivas a la corona española, el mismo obispo Zumárraga se puso de acuerdo con un marinero de Vizcaya para que le hiciera el favor de esconder en el fondo de un barril una vela de cera que en vez de pabilo llevaba una carta enrollada.
Tres años mas tarde casi a principios de 1535, Hernán Cortez, indignado por el proceder de Nuño ya que lo estaba poniendo en mal con la corona y con los mismos españoles que los acompañaban, decidió enfrentarlo, recorriendo todo el territorio de la nueva Galicia y acompañado por un contingente enorme. A pesar de que Antonio de Mendoza y Pacheco, Virrey de la nueva España le dijo que no se estuviera metiendo en mas problemas, mucho menos con el tal Beltrán, Hernán no lo escuchó y enviando una cantidad enorme de gente por mar, emprendió la marcha por tierra para encontrarse con ellos en las costas de Escuinapa, cuando Cortés llego a Chametla se asombro por la belleza de los nativos y la estructura arquitectónica de sus habitaciones hechas de palma y lodo, a pesar de la destrucción provocada por Nuño de Guzmán y de que eran pocos los sobrevivientes totorames, Xahualt lo atendió, mas ya no con el respeto que ofrendó a Nuño, sino con temor por la experiencia vivida con este, sin embargo Hernán Cortés no pareció hostil sino que se limito a meditar respecto a las correrías de su antecesor por las tierras de sinalobola y permaneció allí en calidad de visitante durante varios días ante el temor y la notable desaparición de la mayoría de los habitantes del poblado, le proporcionaron una choza con todas las comodidades que incluían un escusado con desague, petate y telas hechas de fibra vegetal para que se cubriera de los piquetes de insectos, por las tardes caminaba por los callejones de la pequeña y casi deshabitada población visitando los barrios que la conformaban y subía los empedrados caminos de los cerros, gustaba mucho de descansar en una cueva donde se decía que habitaba Xiuteuctli, que era el Dios del fuego por lo tanto estaba íntimamente ligado al abismo y la perdición, al mal y la destrucción, razón por la que nadie se aventuraba a internarse en ella, sin embargo Cortes disfrutaba ampliamente la vista que le proporcionaba el lugar y el aire fresco proveniente del mar que respiraba extasiado, justo desde ahí, sentado en la enorme roca -que los habitantes de Chametla consideraban sagrada porque ahí se sentaban los dioses a descansar cuando se convertían en humanos de enormes posaderas-, conoció a lo lejos una bella península, y ante el embrujo de aquel mar bermejo, Cortés y su comitiva embarcaron los buques Santa Águeda y San Lázaro en los cuales subieron 155 gentes entre los cuales se contaron mas de 100 peones, y 40 jinetes con sus caballos dejando en tierra a 60 jinetes más, una vez embarcado en el buque llamado San Lázaro, Cortés, junto con su expedición, tomó rumbo al noroeste, y el día 3 de mayo de 1535 arribó a la bahía que nombró Bahía de la Santa Cruz, actualmente La Paz (Baja California Sur), y al mar que lo había hipnotizado y que la rodeaba casi en su totalidad, lo llamo con su nombre.
Mientras tanto la corona española decidió enviar a un licenciado de nombre Diego Pérez de la Torre para que se cerciorara de las acusaciones, hechas a Nuño Beltrán de Guzmán, este llego a la nueva España un año antes de que Cortés conquistara el golfo de las californias en 1534, don Diego lo encontró culpable y lo destituyo de todos sus cargos mandándolo de regreso a España en donde lo encarcelaron en una fortaleza propiedad de don Pedro Arias Dávila, señor de Puñonrostro, quien, siguiendo órdenes del rey, puso sitio al castillo y tomó posesión de el, en ese edificio conocido como el castillo de Torrejón de Velasco permaneció Nuño de Guzmán, preso hasta principios del mes de marzo del año de 1544, día en que fue trasladado a un hospital de Valladolid a en donde murió arrepentido de su maldad y perdonado de todos sus pecados el 26 de octubre de 1558; dejando a Sabina de Guzmán, todos su muebles y ropa además una pensión de mil ducados que eran parte del sueldo que recibía de parte del Rey por su trabajo como gobernador, en virtud de que la parienta esa, doña Sabina, lo cuido cariñosamente hasta el día de muerte. También dejo dicho en su testamento, que pagaran los mil ducados que le debía a su sobrina doña Maria de Guzman, ya que el se los había prometido en dote, esto se pagaría con el dinero que se le mandaba esporádicamente de la Nueva España.

En tanto el Licenciado Diego Pérez de la Torre, permaneció en la nueva España con los poderes arrebatados a Nuño de Guzmán y estableciéndose en Tonala donde contrajo matrimonio eclesiástico con Catalina Mejía , procreando a María Álvarez de la Torre, quien a su vez se casó en la capital de la Nueva Galicia con el Alférez Real Hernán Flores.

De esta manera fue como el aborrecido Nuño de Guzmán puso su planta en el territorio totorame haciendo que este pasara de ser Chiametlán para convertirse en la villa del espíritu santo de Chametla.