miércoles, 2 de febrero de 2011

“RAICES DE CHAMETLA”

“…Y ahora con ustedes, tal y como la vio en televisión, la cantante internacional: ¡SANDRA DOROTEA!”



La primera vez se la creí. Por un momento pensé que venia una artista de televisión.


-Es que el profe de apellido pardo (si mal no recuerdo) era una maravilla cuando debió de ser locutor o conductor -. Esa era la manera en que anunciaba la participación de Sandra en los festivales escolares o de cualquier tipo en la región.


(A mi me anunciaba como cepillin -el payasito de la Tele-, o como Sandro de América o como Ricardo Ceratto dependiendo de a quien interpretaría, je je je)


Lo que me extraña es que Sandra no se haya dedicado al canto, porque es una pena que tanto talento se quede en Chametla y no porque Chametla no la merezca, sino porque Chametla y ella merecen más.


Pero así como el de ella hay talento de sobra entre sus callejones, o escondidos en aras del olvido: en Tijuana o al otro lado de la frontera deambulando entre oficinas o sembradíos, lo mismo que en las playas o haciendo guardia en “Mar de amores”, allá en Zacatillo…


Lo que al final me resulta grato recalcar es que los Chametlecos se notan, sin importar donde.


Tal es el caso que me ocupa: mi querida Sandra, persona a quien admiro desde que pisamos el mismo escenario, a quien aprecio desde que compartimos ideales, a quien respeto desde que tuve el placer de cruzar palabra con ella…


Una vez vine en una gira de teatro y descansé en Botaira mi pueblo imaginario, y me di tiempo de visitar el Majahual, -cuando el Majahual era visitable-, y repentinamente la puerta de una cabaña se abrió para dar paso a su imponente personalidad, de tan finos modales y tan delicada expresión, con su sonrisa enorme y su delicado trato. Me llamó por mi nombre y nos saludamos efusivamente. Luego me despedí y años después nos encontramos.


El tiempo pasó.


Me habían contado que actualmente atiende un pequeño restaurante allá en la cima de un cerro de Chametla, no había tenido el gusto de visitarlo, sin embargo me permití recomendarlo a alguno que otro visitante, pues mi hijo y mi cuñada me hablaron bien de el. Hasta hace poco que nos visitaron unos amigos de Cuernavaca e hicimos acto de presencia: el pescado en su punto, las tortillas de colores como en el centro del país, y como seguramente las degustaban nuestros ancestros totorames, la vista insuperable de un Chametla ajeno y cercano, descansando a las márgenes del caprichoso rio baluarte, pleno de verdor y algarabía, la atención nunca mejor: ¡de amigos! Una agua de limón con un toque de sal y tantas especialidades, Sandra tiene talento para propiciar calidez y confianza, y me duele, si: me duele que el otro talento, -el del canto-, no lo explote, mientras nos servían, los visitantes hacían comentarios respecto a lo agradable del lugar y yo echando a volar mi imaginación, vi a Sandra elevada sobre un pequeño templete entonando con la guitarra melodías que endulzaban la espera como en esos lugares románticos, íntimos y típicos de algunos pueblos costeños, pensé que no seria mala idea una tarde ahí, con una cerveza helada o mi tequila preferido y la voz romántica y nítida de Sandra tal y como la vimos en los festivales de antaño, ojala que el año que vuelve se presentara en el festival de aniversario de Chametla, porque es tiempo de que su oído se alegre con el rumor de los aplausos. Y de rescatar su talento como el de tantos Chametlecos.


Sandra me llena de nostalgia por los tiempos que ya se fueron, sin embargo me digo a mi mismo que faltan tiempos por venir y serán mejores, no pudo o no quiso elevarse a las alturas de la fama como cantante, ella o el destino tienen sus razones, pero el hecho de saber que esta ahí poniendo en alto las “raíces de Chametla”, son motivos bastante justificables para privarnos de su melodía, pues nos llena la vista y el estomago, para eso también hace falta talento y Sandra y su familia lo tienen de sobra.


¡Felicidades Sandra, por el rumbo que tomó tu vida, seguramente tus hijos estarán orgullosos de lo que eres y de lo que no fuiste porque yo en lo personal, lo estoy!